17 de febrero de 2017

El símbolo de la paz, totalmente bíblico

Somos hijos de nuestro tiempo y como tales, nos hemos acostumbrado a ver cierta iconografía como parte de la cultura universal. 
El símbolo de la paz, tan conocido, es ampliamente utilizado y difundido en todo el mundo por diversas organizaciones, entidades sin ánimo de lucro, festivales, movimientos, naciones... y se ve ya como algo natural. Sin embargo, pocos sabrán de dónde viene este símbolo formado por la paloma blanca con la ramita de olivo en el pico,  y por qué se utiliza para simbolizar el tan preciado bien de la paz. El origen de tal símbolo es total y auténticamente bíblico. Podemos comprobarlo en el libro de Génesis, capítulo 8 versículo 11, que nos narra cómo Noé, luego que el diluvio cesó, sacó a la paloma del arca para comprobar que hubiera tierra seca. Y literalmente dice así: "Y la paloma volvió a él a la hora de la tarde; y he aquí que traía una hoja de olivo en el pico".
¡Cuánto detalle en un simbolismo tan simple!
La paz.
La tan ansiada, deseada y esperada paz, encerrada en un ave muy mansa e inofensiva, trayendo en su aliento una muestra del renacimiento de vida en la tierra.
¿Por qué a alguien se le ocurriría convertir esta imagen en sinónimo de paz?
Habrá muchas interrogantes alrededor. Pero esta persona supo abstraer de una historia altamente dramática, lo esencial, el sentimiento con que culmina y que el narrador quiso transmitir; la sensación de alivio, de nuevas oportunidades, de reconciliación, perdón y paz. Y una cosa es segura: esta persona leía la Biblia.

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