7 de septiembre de 2007

Ganancias manchadas


Un fulano conocido mío, comerciante, vive en una zona dominada cada vez más por el narcotráfico... situación por demás común en estos días.


Al comentar la disposición de los jóvenes del lugar a gastar compulsivamente los grandes billetes que les dan sus padres en las actividades de su negocio, este fulano lo tomó con una ligereza asombrosa: "Mientras me dejen ganancias..."


O sea, al fulano aquel no le importa la procedencia del dinero ni el precio que por obtenerlo haya tenido que pagarse... Ganancias muchas veces manchadas con sangre, extorsión, secuestro, denigración, terror, deterioro, degradación, violaciones, irresponsabilidad, ligereza de criterio y apego a la comodidad y facilidad.
Realmente me impactó. Este conocido mío se dice creyente, temeroso del Señor y ha vivido prácticas de cristiano, aparentemente coherentes.
Creo que tanto a él como a todos debería preocuparnos si al beneficiarnos en algo estamos contribuyendo a que la sociedad se siga deteriorando. Sobre todo por su hijo, que -Dios lo libre- no está libre de contaminarse con la maldad de esta sociedad... que tarde o temprano se encargará de cobrarnos el precio.